Vistas de página en total

domingo, 16 de enero de 2011

¿POR QUE? - MEMORIAS DE UN PERDEDOR



CAPITULO 38

INTERMEDIO

Tiempo de pausa. Obligada por las circunstancias. Que podemos usar para volver la vista atrás y ver y evaluar lo hecho sin el apuro del trajín diario y la casi necesidad de escribir y describir estos pedacitos de vida prácticamente todos los días a partir de la decisión de hacerlo en forma sistemática. La  inconstancia ha sido uno de mis rasgos característicos y talones de Aquiles, rasgo que me ha dado siempre dolores de cabeza y causa de no pocos fracasos. Mis pensamientos van mucho más rápido que mis acciones y suelo dejar cosas a medio hacer persiguiendo nuevas alternativas que me suenan tentadoras. El que mucho abarca, poco aprieta dice el refrán. En líneas generales ese ha sido mi ”modus vivendi”. He sido peón de todo y oficial de nada.
Lo que tiene también sus ventajas. Tengo una enorme capacidad de síntesis lo que me permite, no sólo acumular experiencia mucho más rápido que lo común, sino tener la capacidad de ver las conexiones entre unas cosas y otras y apreciar las globalidades más rápidamente que el promedio de las personas, dicho sin falsas modestias, que a esta altura del campeonato no tienen sentido. La macana es que no he tenido, y todavía no tengo, la capacidad de trasmitir a mi entorno, ya sea familiar o social, las ventajas que obtengo personalmente de esas condiciones naturales. Pero eso ha sido casi podíamos decir parte de nuestro ADN familiar. No pocos quilombos tienen su origen en nuestra ya ancestral falta de comunicación. El deseo muchas veces de no herir susceptibilidades o de crear algún desencuentro, normalmente nos ha metido en callejones sin salida donde todos hemos salido mucho más lastimados que si hubiéramos planteado diferencias y desavenencias a su debido tiempo y frontalmente.
Según reza mi filósofo de cabecera, Don Atahualpa Yupanqui, “SI HE PASAO LAS QUE HE PASAO, QUIERO SERVIR DE ALVERTENCIA: EL RODAR NO SERA CENCIA, PERO TAMPOCO ES PECAO”.
Esa es quizás la razón que me ha movido más para trasmitir estos recuerdos. Que las nuevas generaciones tengan en cuenta los hechos que nos han dividido y todavía nos dividen. Y que traten de romper esa cadena que nos ha jodido al menos los años que figuran en mi memoria. Seguimos contando, creo yo al menos, con un elemento valioso. El amor que nos une por encima de todas las cosas. Y que debiera ser la base donde se asienten todas nuestras relaciones, aunque el sistema nos desparramó como hojas en el viento de otoño. He aprendido, a fuerza de porrazos a veces, que las diferencias son sólo eso: diferencias, y que deben ser tratadas en el terreno de las diferencias sin interferir en los demás ámbitos, y menos que menos en el del amor que nos hace uno sólo. “CADA QUIEN TIRE ANDE TIRE, CON SU CONCENCIA POR CENTRO”, vuelve a sentenciar Don Atahualpa. Eso puede hacer que cada quien tenga su óptica particular sobre las cosas de la vida, y es normal que así suceda. Somos seres únicos e irrepetibles. Pero eso ni siquiera debería rozar el sentimiento base de la vida misma. El Amor.
No es al cuete que quizás los dos, (para mi al menos), representantes máximos de la raza humana; Cristo y el Che, han basado, no sólo su doctrina, sino su accionar práctico en el Amor. Los dos afirmaron en la práctica sus ideas. Los dos terminaron dando lo más valioso que poseían, su vida, por amor a otros seres que ni siquiera conocerían. Es pues ese amor el único sentimiento en verdad revolucionario y sin el cual ninguna revolución será posible por más predicaciones, avemarías y padrenuestros y discursos de barricada que  hagan los que se dicen seguidores de uno y del otro.
Bien, es hora de la pausa, de una pausa obligada. Ojalá que toda esta aventura que emprendí, y que continuaré mientras tenga fuerzas y computadora,  tenga sus frutos y que dentro de algunos años quienes nos sucedan, cuando nosotros hayamos partido a otra dimensión con la intención de mejorar lo que hicimos en esta, puedan decir que sirvió para algo y que introduzca en nuestra historia cosas más positivas que las que nos ha tocado vivir a nuestra generación.
Hasta la próxima pues, y como decía Mama, si Dios quiere y la virgen y el toro negro me deja.
Con Amor,
                                                EL CHE CACHO




1 comentario:

CCB dijo...

Y quedo cerrado nomás... viejo, no pasaste la operación

Mañana te llevo al paisito papi... Lo prometido es deuda...

Saludos a la Mama!!!